En colaboración con la Universidad Jaguelónica de Cracovia (Polonia), la Universidad de Tesalia (Grecia) y la Universidad de Louisville (EEUU), varios investigadores del Instituto de Biología de Barcelona del CSIC (IBMB-CSIC) han resuelto la estructura y mecanismo de actuación de PorU, una enzima clave de la bacteria gingivalis, la principal causante de la periodontitis grave.
El estudio, publicado en la revista PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America), podría servir para desarrollar antisépticos bucales específicos contra esta bacteria, y, por tanto, contra la periodontitis.
La bacteria gingivalis: principal causante de la periodontitis
La bacteria Porphyromonas gingivalis es una especie patogénica del microbioma bucal humano, y su sistema de secreción T9SS envía proteínas cargo al medio que la rodea, en este caso, el tejido gingival que protege los dientes.
El estudio ha descubierto la estructura y mecanismo de actuación de un elemento clave en ese sistema de secreción: la enzima PorU.
Esta enzima es la encargada de realizar los dos pasos esenciales para que las proteínas cargo puedan secretarse de manera beneficiosa para la bacteria, proteínas con un papel muy importante en la virulencia bacteriana, la inflamación de las encías, la destrucción de tejido y la pérdida de piezas dentales cuando la periodontitis es grave.
«Hemos podido determinar que una estrategia de dimerización, un tipo de reacción química, de la enzima proteica PorU es responsable de regular su actividad, reprimiéndola hasta llegar a la membrana externa de la bacteria, donde se asocia a un complejo de ensamblaje que permite la secreción de proteínas cargo», explica Francesc Xavier Gomis-Rüth, uno de los líderes del estudio.
La periodontitis en Europa
El microbioma bucal humano está formado por más de 6.000 millones de bacterias de más de 770 especies. En su mayoría, estas bacterias contribuyen al mantenimiento de la homeostasis y la buena salud oral; no obstante, una dieta inadecuada y una higiene insuficiente pueden alterar la composición del microbioma y provocar la aparición de especies patogénicas, que, al tomar el control sobre las especies benignas, conduce a la aparición de caries y periodontitis.
La OMS estima que, en Europa, entre el 5 % y el 20 % de los adultos y hasta el 40 % de los ancianos padecen periodontitis, y que cerca de un 30 % de la población de entre 65 y 74 años ha perdido todas sus piezas debido a ello.