El habitual dolor de dientes al tomar un helado o una bebida fría tiene su explicación en la proteína TRPC5. Esta es la conclusión del estudio que ha llevado a cabo un equipo de investigadores de la Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen-Nürnberg de Alemania, y cuyos resultados han sido publicados por la revista Science Advances.
Un estudio para dar con un tratamiento efectivo contra el dolor dental
La investigadora Katharina Zimmerman, líder del equipo de investigación de la Universidad Friedrich-Alexander, descubrió hace más de una década que las células que producen la proteína TRPC5 eran sensibles al frío, ya que cuando la temperatura desciende, esta proteína se abre formando un canal que permite que los iones fluyan a través de la membrana celular.
Receptores de frío como los canales iónicos de TRPC5 se encuentran dispersos por diferentes zonas de nuestro cuerpo y son los responsables de algunas sensaciones curiosas, como cuando, al levantarse aire fresco, sentimos los ojos fríos como consecuencia de la activación de un canal iónico en la córnea.
Zimmerman y su equipo descubrieron que esta proteína se encuentra incrustada en la superficie de los odontoplastos, células que junto con las células nerviosas se encuentran en interior de los dientes, por debajo de la capa protectora que constituye el esmalte. El esmalte no tiene sensaciones, a diferencia de la capa interna, la dentina, cuyo interior, la pulpa, contiene las células nerviosas. Cuando la dentina queda expuesta, como consecuencia de caries o una enfermedad de las encías, estímulos como la temperatura o ciertos líquidos causarán dolor.
A través del estudio realizado, el equipo de investigación descubrió que ratones modificados genéticamente para que carecieran de TRPC5 no sentían dolor cuando se les dañaban los dientes y no se comportaban como si les pasara algo malo. De hecho, ‘parecía como si se les hubiera administrado un analgésico antiinflamatorio’, dijo Zimmerman.
Las conclusiones del estudio abren un nuevo y apasionante campo de investigación aportando información de interés para el posible desarrollo de nuevos tratamientos, como pastas dentales, parches o goma de mascar, para el dolor de dientes o la hipersensibilidad de la dentina, dicen los autores de la investigación.