Según las estimaciones publicadas en el último Estudio sobre la carga de las enfermedades (Global Burden of Disease Study, 2019), la caries dental en piezas permanentes afecta a más de 2.000 millones de personas en todo el mundo.
Cuando esta afección alcanza un estadio más avanzado, se produce la pulpitis, que provoca, además de un intenso dolor de muelas, la necrosis de la pulpa dental, lo que presenta una amenaza para la supervivencia de la pieza.
El tratamiento más habitual para tratar la pulpitis es la pulpectomía, pero, debido a su alto nivel invasivo (ya que consiste en la extirpación de los vasos sanguíneos y los nervios que mantienen la homeostasis del diente) y las pocas garantías que ofrece a largo plazo para las piezas intervenidas, existe un dilema a la hora de elegir este procedimiento.
Para evitar esos resultados, un nuevo estudio ha propuesto una técnica de terapia pulpar mínimamente invasiva (SMIP) para el tratado de pulpitis que combina antibióticos, esteroides y el bloqueo del nervio trigémino guiado por ecografía para proteger la pulpa dental.
Tratamiento para la pulpitis
Existen dos diagnósticos para la pulpitis en base a la superficie afectada por la infección: reversible o irreversible, siendo su estado irreversible el que requiere la intervención de la pieza para asegurar su supervivencia.
Una de las principales disyuntivas de la pulpectomía es que prioriza el alivio rápido de los síntomas sobre el pronóstico de supervivencia a largo plazo de la pieza dental, debido a que la afección genera un severo malestar en el paciente. Además:
- Se requieren varios procedimientos protésicos posteriores, a lo largo de diferentes fases, para restaurar la función del diente.
- Los dientes no vitales tienen un alto riesgo de fractura o futura extracción.
Pero la vitalidad de los dientes es esencial para mantener sus funciones, y por ello, esta nueva terapia pulpar busca dar con un método que, además de eliminar los dolores derivados de la pulpitis, también preserve la pulpa dental que garantiza la vitalidad del diente.
Nueva terapia pulpar: estudio y procedimiento
Al aplicar esta nueva terapia pulpar mínimamente invasiva sobre pacientes con pulpitis irreversible, los investigadores se apoyaron en tres pilares:
- Esteroides para controlar la inflamación.
- Bloqueo del nervio trigémino guiado por ecografía para evitar la liberación de neuropéptidos, ya que los pacientes con pulpitis «experimentan dolor neuropático y alteraciones somatosensoriales no sólo antes del tratamiento, sino también después de la pulpectomía» (Porporatti et al.), por lo que esta técnica ayuda a reducir el dolor residual tras la intervención, así como el dolor orofacial crónico derivado de la probada relación entre el núcleo parabraquial y el nervio trigémino.
- Antibióticos y eliminación del esmalte y la dentina infectados para detener la necrosis de la pulpa dental. Los antibióticos conservan los vasos sanguíneos incluso en la pulpa infectada, por lo que son extremadamente beneficiosos si lo que se busca es preservar la pulpa dental.
Tras el tratamiento, se concluyó que esta terapia pulpar mínimamente invasiva:
- Evita a invasión quirúrgica de la pulpa dental, independientemente de su estado necrótico.
- Ayuda a eliminar el esmalte y la dentina infectados.
- Se centra en la preservación de la pulpa dental, que contribuye directamente a la mejora del pronóstico a largo plazo del diente, además de que previene la propagación de infecciones secundarias.
Este nuevo enfoque terapéutico mejora, por tanto, la longevidad del diente y la calidad de vida de los pacientes, y todo mediante un procedimiento mínimamente invasivo y respetuoso con la pulpa dental.