Con nuevas pruebas sobre la relación entre la periodontitis y el alzhéimer, investigadores de la UCLan ponen de manifiesto la importancia de cuidar de nuestra salud bucodental para mantener una buena salud general
No es la primera vez que el grupo de investigadores de la Facultad de Odontología de la UCLan (Universidad Central de Lancashire) investiga la relación entre la periodontitis y el alzhéimer. De hecho, fueron los primeros en señalar esta vinculación.
Ahora, ese mismo grupo de investigación refuerza, con pruebas mucho más sólidas fruto de dos nuevos estudios, la idea de esa conexión.
Con estos estudios, publicados en el Journal of Alzheimer’s Disease y el Journal of Alzheimer’s Disease Reports, se marcaron el objetivo de comprender el funcionamiento y origen de las lesiones producidas por las placas de beta amiloide y los ovillos neurofibrilares en el cerebro afectado por la enfermedad del Alzhéimer.
Esta investigación prueba la importancia de nuestra salud bucodental. Hay que estar atentos a los primeros signos de la enfermedad de las encías, como el sangrado al cepillarse, o a signos más avanzados, como el movimiento de los dientes.
El alzhéimer es el tipo de demencia más común: constituye la primera causa de discapacidad y afecta a más de 40 millones de personas en todo el mundo. En España, y según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la padecen unas 800.000 personas.
La importancia de estos nuevos estudios de la UCLan recae en que todavía se desconoce qué provoca el alzhéimer, por lo que cualquier avance en este campo es increíblemente valioso de cara a un futuro tratamiento y una posible prevención.
¿Qué sabemos sobre la relación entre la periodontitis y el alzhéimer?
Anteriormente, se había demostrado que la bacteria Porphyromonas gingivalis, que destruye el tejido de las encías, y la enzima gingipaínas están específicamente relacionadas con el alzhéimer: ambas se descubrieron en el tejido cerebral de quienes padecen la enfermedad.
Estos nuevos estudios van un paso más allá: indagan en cómo la enfermedad de las encías y sus proteínas bacterianas contribuyen a la formación de lesiones en el cerebro.
El primer estudio muestra que las células nerviosas del cerebro contienen un tipo de proteína llamada tau. Cuando la tau se encuentra con la enzima gingipaína, la tau se libera de la célula nerviosa. Una vez liberada, la tau cambia: adquiere forma de filamentos que, una vez transformados, se unen de nuevo a la célula nerviosa, incorporándose a la lesión conocida como ovillos neurofibrilares, que acaban matando a las células nerviosas.
Esto implica que, una vez una célula nerviosa muere y la proteína tau liberada se cuela en el cerebro, puede adherirse a las células nerviosas vecinas sanas, repitiendo el proceso y provocando más daños en el cerebro a medida que la enfermedad se extiende.
El segundo estudio se centra en cómo la enzima gingipaína, liberada por la bacteria Porphyromonas gingivalis, contribuye a la formación de placas de beta amiloide, otra de las lesiones que, junto a los ovillos, se forman en el cerebro de los enfermos de alzhéimer.
Los resultados de estos dos estudios son significativos para entender el papel fundamental de las gingipaínas en la formación de lesiones cerebrales.
No retrases ni evites tus revisiones.; tu dentista puede decirte cómo eliminar el sarro y la placa de tus dientes de forma efectiva, ya que albergan la bacteria que hemos identificado como factor de riesgo para la aparición del alzhéimer.