A pesar de ser poco frecuentes, los abscesos cerebrales presentan unas tasas de mortalidad significativas (de en torno al 15-20 %), y supone un gran desafío: hasta el 60 % de los abscesos cerebrales son de origen primario desconocido.
Para arrojar un poco de luz, este nuevo estudio, publicado en Journal of Dentistry y dirigido por la Dra. Holly Roy, Profesora Clínica en Neurocirugía en la Universidad de Plymouth, se ha centrado en investigar el papel de las bacterias orales en el desarrollo de abscesos cerebrales.
Si bien se reconocen muchas causas potenciales de abscesos cerebrales, el origen de la infección a menudo permanece clínicamente sin identificar. Sin embargo, es frecuente encontrar bacterias orales en abscesos cerebrales de origen desconocido.
La muestra del estudio
Se analizaron, a lo largo de 16 años, los datos microbiológicos obtenidos de muestras de abscesos y cultivos periféricos de 87 pacientes (34 mujeres y 53 varones) con abscesos cerebrales.
A partir de esas muestras, los 87 pacientes fueron divididos en dos grupos:
- NSI: aquellos en los que no se identificó una fuente primaria de infección para su absceso cerebral (52 pacientes).
- ISI: aquellos en los que sí se identificó una fuente infecciosa (35 pacientes).
Tras la categorización, se examinaron los datos microbiológicos de cada grupo para identificar las bacterias orales comunes en cada uno de ellos.
Las muestras de los pacientes sin causa clínica identificada para el absceso cerebral mostraron aproximadamente tres veces más probabilidades de presentar bacterias orales. Además, tenían recuentos significativamente más altos de Streptococcus anginosus, una bacteria que se encuentra a menudo tanto en los abscesos cerebrales como en la cavidad oral, y que puede provocar faringitis, bacteriemia e infecciones en órganos como el cerebro, los pulmones y el hígado
Las conclusiones del estudio
Este estudio de la Universidad de Plymouth demuestra que las bacterias orales asociadas a enfermedades bucodentales también se encuentran en los abscesos cerebrales, algo que podría ofrecer una explicación potencial al desarrollo de abscesos intracraneales de origen desconocido.
Incluir el análisis del microbioma oral en futuros estudios de abscesos cerebrales ayudaría, por tanto, a comprender los mecanismos implicados y a desarrollar estrategias preventivas.