La relación entre la periodontitis y los resultados negativos del embarazo se ha probado en varios estudios, y esta nueva investigación, realizada por la Universidad de Sídney, se inicia con el objetivo de comprobar si la inflamación gingival, que, al contrario de la periodontitis, es reversible y tratable, también puede vincularse con ellos.

¿Influye la gingivitis de forma negativa en los embarazos?

Durante el embarazo, la inflamación gingival es muy común, y las hormonas producidas durante este periodo tienden a empeorarla. Si a esto le sumamos que la bacteria Fusobacterium nucleatum, presente en la gingivitis, se ha encontrado de forma frecuente en mujeres embarazadas que han sufrido un parto prematuro, vemos una clara relación entre la gingivitis padecida durante el embarazo y los resultados adversos de este.

Uno de los autores de este informe, el profesor Joerg Eberhard, advierte que la gingivitis «libera marcadores inflamatorios y bacterias al torrente sanguíneo sistémico que pueden llegar a la placenta e inducir malos resultados en el embarazo, como el parto prematuro». Y añade que, en base a lo descubierto durante el estudio, «incluso una inflamación leve en la cavidad oral puede afectar negativamente los resultados del embarazo».

Por tanto, que una mujer embarazada padezca gingivitis y no la trate puede desembocar en el nacimiento prematuro del bebé (casi el 11 % de los bebés nacen prematuros) o en el nacimiento de este con bajo peso (alrededor de 20 millones de bebés, el 15,5 % de los partos en todo el mundo, nacen con un peso inferior al que deberían).

Las conclusiones del estudio: gingivitis y parto prematuro

Durante el estudio, en el que participaron 1.031 mujeres en diferentes estadios de gestación, las pacientes se sometieron a tres ensayos aleatorios controlados de tratamiento de gingivitis.

Los resultados de los ensayos clínicos aportan las pruebas suficientes para afirmar que tratar a mujeres embarazadas contra la gingivitis reduce el riesgo de parto prematuro (aproximadamente en un 50 %) e incrementa el peso del recién nacido (con unos 100 gramos de diferencia), lo cual implica que la salud bucal es un cuidado prenatal tan importante como cualquier otro, y que mantener controlada la inflamación de las encías mediante revisiones periódicas es garantía de buena salud tanto para la madre como para el bebé. 

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