Te contamos en qué consiste uno de los tratamientos de estética dental más curiosos: los tatuajes dentales
La estética dental ha evolucionado mucho a lo largo de los años. Ya las culturas precolombinas utilizaban diferentes técnicas para embellecer los dientes, tanto por diferenciación social como por motivos estéticos.
Las coronas de oro y los piercings han sido algunas de las modas por las que hemos ido pasado en los últimos años y actualmente una de las más llamativas que podemos encontrar dentro de la estética dental son los tatuajes.
Hay que decir que este tipo de tatuajes no son como los tatuajes convencionales que ya conocemos. Es decir, no se realizan con tinta y aguja, sino que son pequeñas impresiones que se superponen al diente original o sobre fundas o carillas.
Existen dos tipos de tatuajes dentales. Por un lado, están los tatuajes dentales temporales, con fines meramente decorativos, que son pequeñas calcamonías que se pegan sobre el diente con resinas biodegradables, por lo que no resultan agresivos con el esmalte y permanecen días o incluso semanas sin dejar rastro sobre el diente natural tras su desaparición. Para evitar la acumulación de placa y bacterias en torno al tatuaje dental es muy recomendable cuidar especialmente la higiene bucal cuando se llevan puestos.
Por otra parte, están los tatuajes dentales permanentes en los que el dibujo se realiza sobre una carilla o corona dental que después se coloca sobre el diente natural. Este tipo de tatuajes se hacen en casos de rehabilitación dental y no con una finalidad simplemente estética ya que no es conveniente realizarlos sobre un diente sano puesto que es necesario limar el diente para colocar la funda. Los tatuajes permanentes pueden durar toda la vida en el caso de que se hagan directamente sobre un implante. En el caso de que se realice sobre carillas puede durar entre 10 y 15 años y sobre una funda hasta 20 años.
Aunque los tatuajes dentales son seguros y no perjudiciales para la salud bucodental, debemos siempre ponernos en manos de odontólogos para garantizar así la correcta realización de los mismos.