Sus aplicaciones van desde la corrección de la maloclusión hasta la corrección en la posición de los dientes
Según datos de la Encuesta de Salud Oral de 2020, publicada por el Consejo General de Dentistas, el 9,7% de los niños de 12 años lleva una ortodoncia. Esta cifra aumenta en los adolescentes de 15 años llegando hasta el 12,6%.
La encuesta también refleja que solo un 2% de los adultos jóvenes utilizan ortodoncia. Por otra parte, hay que destacar que, del resto de la población española, solo el 1% lleva ortodoncia.
Estos datos están relacionados con los porcentajes de maloclusión que se dan en la población española, ya que esta patología se produce a causa de la mala posición dental y de la mandíbula.
Ortodoncia infantil
Según la Encuesta los porcentajes se han mantenido estables desde el año 2015, a excepción de la franja de edad de adolescentes de 15 años, que ha sufrido una bajada del 5,2%. Igualmente, la maloclusión severa continúa estable y afecta a un 15% de la población total.
Tanto para tratar estos problemas, como para la corrección de piezas dentales, los sistemas de ortodoncia son una solución eficaz.
Buen ejemplo de ello son los implantes de ortodoncia DSQ, que presentan una gran versatilidad en sus tratamientos llegando a ser muy efectivos en maloclusiones de todo tipo.
Además, los sistemas de ortodoncia cuentan con otros beneficios que van más allá de la corrección en la mordedura o posición de los dientes, como, por ejemplo:
- Mejoran la respiración al colocar en una posición correcta la cavidad bucal.
- Mejoran la masticación favoreciendo la digestión y evitando el desgaste de los dientes.
- Protegen a los dientes de posibles fracturas y facilitan su cepillado.
- Mejoran el bienestar personal ya que pueden llegar a cambiar el aspecto físico mejorando la autoestima y las relaciones con los demás.
Como apunta el Dr. Óscar Castro Rivero, presidente del Consejo General de Dentistas: “En todos estos casos, la ortodoncia permite, después de un adecuado diagnóstico clínico y radiológico, solucionar estos problemas a través de movimientos suaves y lentos”.
La mejor forma de prevenir estos tratamientos o de empezar con su solución es la visita al odontólogo desde edades tempranas, con el objetivo de identificar posibles problemas y corregirlos cuanto antes.